Ósmosis Inversa

Filtración rápida y continua

      La Ósmosis Inversa consiste en la inversión de la presión osmótica para separar el agua de las moléculas disueltas mediante un equipo sofisticado. Las membranas de Ósmosis Inversa (RO) presentan los poros más pequeños. El afluente se conduce a las membranas semipermeables, para pasar de un estado de alta concentración a un estado bajo. Libera hasta en un 99.5% al agua tratada de sus contaminantes. Esta membrana sólo dejara pasar las moléculas de agua, atrapando, incluso las sales disueltas. Durante la operación, la misma agua es usada para lavar la membrana, lo que disminuye los gastos de operación.

      Estrictamente hablando, la Ósmosis Inversa no es un proceso de exclusión de tamaño basado en el tamaño del poro; depende de la difusión iónica para tener un efecto en la separación. Aunque la mayoría de las veces, el equipo de Ósmosis Inversa es la parte final del Sistema de Tratamiento de Aguas Residuales por la fineza de su trabajo, una de sus aplicaciones comunes es la desalinización del agua de mar, en donde el agua pura se obtiene de una corriente de alimentación altamente salina, similar a la evaporación pero con una mucha mejor economía.

      La Ósmosis Inversa también se usa en la concentración del suero del queso, la concentración del jugo de frutas, elaboración de hielo, reducción de volumen de aguas residuales, potabilización, agua para proceso y otros procesos industriales, con el objetivo de producir un filtrado puro, (típicamente agua) o de retener los componentes.

      Debido a que la presión osmótica de muchas corrientes de proceso es relativamente alta, las membranas de Ósmosis Inversa deberán operar a presiones de 400 - 1,200 psi (29-83 bars), lo que restringe las geometrías de las membranas disponibles.